Inauguración de la Iglesia de Tikonko
Primera Página del programa de la ceremonia... |
Tenemos tiempo para hacer los
preparativos, pues la misa es al final de la mañana, lo que nos permite no tener
demasiada prisa. En varias veces se va llevando a la gente, ya que no hay
transportes colectivos, a la vez que se ultiman detalles.
Cuando llegamos para la ceremonia la gente ya está presente. Han venido a
pie de muchos pueblos, algunos bastante alejados, pero se han hecho presentes
por el gran sentido que tienen de la fiesta y creo que es una buena cosa el
poder celebrar algo así juntos, pues el recuerdo de la guerra sigue presente en
el subconsciente y en las fiestas puede salir algo que de otra forma no
saldría.
Voy
saludando a unos y otros conocidos y les doy el calendario litúrgico a los
animadores de la oración de los pueblos. Eso les permitirá que cada vez que se
encuentran para rezar en la capilla, cosa que suelen hacer a diario, se pueda
leer el evangelio del día y también sentirse unidos a tantos católicos en todo
el mundo que escuchan y meditan el mismo texto.
La
ceremonia de bendición comienza en el exterior. Podemos pensar que haya entre
cuatrocientas y quinientas personas. Hoy para empezar la capilla se queda
pequeña, pues hay muchos que siguen las cosas desde fuera, cosa que se puede
hacer pues hay buenas cristaleras y todo está abierto… Y no se siente que haga
mucho calor, lo que quiere decir que la ventilación del edificio es buena y que
está bien orientado.
Empezamos la ceremonia presidida por el obispo... |
Estamos en
la iglesia tres horas largas, pero aquí las ceremonias se sabe cuando empiezan,
el acabar es otra cosa… Por lo menos no se me ha hecho largo, lo que quiere
decir que había ritmo y la cosa se podía seguir fácilmente con las explicaciones
oportunas.
La iglesia está llena y hay gente fuera... Han venido muchos de otros sitios a la fiesta. Algunos hasta desde la capital. |
Después de
la misa, la mesa. La mayoría de la gente ha comido en un sombrajo que han hecho
cerca de la iglesia y otros hemos ido a comer a un edificio cercano. Todo ha
estado bien preparado y organizado y la gente se ha ido contenta de la fiesta.
Quizás nuestro problema es el no poder volverlos a sus pueblos, pero cuando no
hay vehículos, tenemos que aceptar que vuelvan a pie… Creo que están
acostumbrados y son bien conscientes de la situación.
Para
nosotros, salesianos la fecha es significativa, pues es la conmemoración del
inicio del trabajo de Don Bosco y queremos que también esta fecha sea también un
inicio de nuestra obra aquí. Le agradecemos a Dios lo que hemos vivido hasta
ahora y le pedimos a su Madre que nos guíe como hizo con Don Bosco.
La vuelta
a casa es complicada, pues tenemos pocos vehículos y mucha gente, pero con
paciencia vamos llegando. Acogemos a los que han venido ayer y los llegados hoy.
Dormiremos bastante apretados, pero aquí se está acostumbrado y… Mañana se
emprenderá el viaje de vuelta con la alegría de la fiesta vivida y
compartida.
Estamos
contentos de cómo han salido las cosas. Vemos que el obispo está entusiasmado
con el trabajo que vamos haciendo y el jefe tradicional y su mujer se han
volcado en todo para que sea un éxito. Les he dado personalmente las gracias
varias veces por cómo lo han organizado todo y también mientras estoy
escribiendo al final del día le agradezco sinceramente a Dios todo lo que hemos
vivido este día y le pido que nos ayude en lo que nos queda por vivir por aquí
con esta gente tan agradable.
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