Vistas de página en total

miércoles, 31 de diciembre de 2014

A vueltas con el ébola

Ahora que en España ya no se habla del ébola y que nosotros aquí en Sierra Leona, estamos viviendo un momento “caliente”, quiero hacer algún comentario que he ido aprendiendo y que nos ayude a comprender algo de lo que pasa por aquí.
        Vivimos una relación de “mírame y no me toques”, por aquello de las vías de transmisión de la enfermedad. Entonces, hemos suprimido toda relación con el otro que signifique tocarse o tener contacto. Así se saluda, pero no se da la mano. Vamos a los pueblos y los niños, que antes los tenías colgados de las manos por decenas, se mantienen a distancia, o los que se acercan te tocan la ropa, pero no les das la mano. En la misa hemos suprimido el gesto de darse la paz por la misma razón de no tocarse. La comunión se distribuye a todos en la mano y con cuidado de no tener contacto con la mano del que comulga…


       Los controles de la gente que viaja son continuos y desde las seis de la tarde a las nueve de la mañana, si no tienes pase, no viajas… Los últimos días para desplazarse hay que tener pase, pues el gobierno está decidido a controlar los movimientos de la gente y así intentar controlar la enfermedad, algo que a lo mejor se debería hacer hecho hace ya meses, pero… Así estamos y así seguimos y no se ve que haya certeza de que ello nos va a sacar del hoyo en el que nos encontramos.
     Las informaciones que tenemos no son lo suficientemente claras y no sabemos donde estamos en la cuestión de infectados y muertos, pero por ahora las cosas no parece que vayan a menos y el problema continúa. La gente sigue muriendo, pero no se sabe con certeza la causa. 
       Una cosa llamativa es que el país entero y sobre todo la capital en el mes de diciembre es un hervidero de gente que viene de fuera y que festeja desde bodas, bautizos, aniversarios, hasta cualquier acontecimiento que se presente. Este año la gente de fuera… Imagino que no ha venido… Y los de dentro han visto las cosas muy controladas por el gobierno. Las reuniones son raras y las celebraciones no están autorizadas… No he estado en la capital y no tengo los ecos de cómo se ha vivido esto, pero sí sé que se han visto con mucha preocupación los continuos casos de gente infectada y que por el momento no parece que sea asunto     controlado ni en retroceso.
    No ha habido misa del gallo ni celebraciones de fin de año en el país y a las seis de la tarde las cosas del mercado se han acabado y cada uno a su casa, algo que a la gente imagino que le cuesta entender, pues son muy de vida nocturna.
      Otro detalle importante son los cementerios y los entierros. Ahora es el Estado quien se encarga de los cementerios y de los entierros. Cuando una persona muere, ya está estipulado que hay quien se encarga de las tareas del sepelio… No he estado en ninguno, sí he oído comentarios de quien ha participado y, parece ser que puede haber de todo, como en botica…


       Pero es que aquí hay la costumbre de entrar en contacto con el cadáver y abrazarlo y llorarlo y despedirlo… Me viene a la mente la imagen del descendimiento de Jesús y la puesta en brazos de su madre… Y a partir de ahí, nos podemos imaginar lo que es el abrazo del cadáver de un hijo con su padre o con su madre, o con un hermano o con un familiar cercano, algo que es natural y obligatorio y que muestra una forma de decir adiós y un cariño que se siente por el que se ha ido… Y pensemos en lo que pasa con el ébola, la transmisión por el contacto… Y pensemos en la gente que no ha ido a la escuela… Y pensemos en el trauma que es no haber despedido a su padre, o a su madre, o a un familiar… Y a ver quien es el valiente que cambia esa mentalidad y les hace ver lo peligroso, contagioso o mortal que es ese contacto…
           La situación no es nada fácil y a ver quién es el majo que se dedica a explicar las cosas y luego quien es capaz de hacerlas respetar, en un terreno tan privado y tan personal como es la muerte, algo que pasa en casa, sin que nadie controle la cosa y sin que nadie pueda ver lo que pasa y que basta que uno lo haga y la persona esté contaminada, para que eso sea un hervidero de contaminación para todos…
       Estamos en situación de ver hasta cuando vamos a sufrir esto. La realidad es que se viven ejemplos increíbles de personas entregadas a los demás, cosas que por otra parte son normales en cualquier sitio, siempre que haya esas buenas gentes dispuestas a darse hasta el agotamiento…
      Empezamos un nuevo año conscientes de que seguimos en las manos de Dios y a la espera de que el azote del ébola sea un mal sueño pasado y se nos permita abrir las escuelas, que los niños puedan volver a su sitio natural de vivir y aprender; que los adultos puedan recomenzar la vida normal de trabajo y desplazamientos; que todos podamos vivir nuestra vida sin la preocupación de si estaré o no contaminado…

       Esperemos que Dios nos conceda esta gracia este año y mejor primero que más tarde. Y que la Virgen desde el primer día en que celebramos su fiesta nos acompañe a lo largo del año y nos ayude a llevar a todos en el corazón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario