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martes, 21 de mayo de 2019

21 de Mayo de 2019

Martes

He dormido a medias, y lo que me ha faltado de sueño lo he puesto de rezar rosarios, que es una buena medicina curativa. Me levanto con ganas y voy a rezar a Nagoyon, como cada martes. No hay mucha gente y después de la misa hablo un rato con algunos de los asiduos. Luego voy a Balei con el maestro y organizo la cosa para ir a ver el pozo de Yeobiama, a pie, pues no hay moto y no hay tampoco carretera. 

Hay un niño de pocos meses que ha muerto y todo está paralizado, lo que no me impide hablar con unos y otros y organizar las cosas con el pocero para que mañana reanuden el trabajo. El pocero es una persona de Balei a quien trato de estar cercano y ver si se decide a participar en las reuniones de parejas. Me da buena impresión. 

Vuelvo a Balei con el pocero y paso por la escuela para ver el trabajo y en Nagoyon se montan unos cuantos en el vehículo. En Tikonko voy a visitar a una embarazada que está en el hospital y se me juntan unos cuantos cuando rezamos juntos, hasta un musulmán me pide que rece y bendiga a su hijo que acaba de nacer… 

Lembema, veo la escuela y profes y alumnos. Las cosas van poco a poco. Me doy una vuelta por la bomba, agua buena y fresca. Los críos sordos tendrán que esperar… En la finca encuentro con los trabajadores y Henry que está al frente. Me da que están mejor encuadrados que antes y me vengo para casa, pues siento el cansancio. 

No bien he llegado, me llaman de nuevo para recibir al agrónomo en la finca y allá me encamino. Daniel, es un argentino que ya había conocido anteriormente y que viene a hacer algunos trabajos agrícolas. Veo lo que intenta arreglar para el tractor y, vista la hora le invito a que vengamos a comer. 

Después de comer me echo un rato la siesta y Daniel vuelve a la finca, pero un ratito más tarde regresa, prefiere hacer el trabajo mañana temprano, mejor que ahora a pleno sol. 

Tengo un rato de asueto y luego rezo en la iglesia- Más tarde vienen los religiosos de la ciudad y celebramos juntos el 14 aniversario de ordenación de Joseph. Somos una veintena en total. Después de una oración ferviente, una cena compartida, una sobremesa agradable y agradecida y cada mochuelo…

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