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miércoles, 29 de mayo de 2019

29 de Mayo de 2019

Miércoles

He dormido a cachos, pero puedo decir que estoy en forma, aunque el cuerpo me duele de los desplazamientos en moto. Voy a rezar a Towama donde hemos citado a los catecúmenos con sus padrinos. Aparecen un buen número, pero no todos. Veo la falta de costumbre que tienen y lo que les cuesta estar en su sitio, pero les animo a que lo sigan haciendo que acabará dando fruto cuando no lo esperen. 

Voy a la finca, veo que la construcción avanza, traigo a un estudiante a una escuela y hablo un rato con él. Tiene una bici, pero los padres, con buen criterio pienso, no le dejan venir a clase con ella (los accidentes pueden ser fatales y los atascos moneda corriente. 

Después de desayunar me llaman desde el hospital: mi señora acaba de dar a luz, me dice Frank, maestro de Balei… Han hecho una cesárea porque veían que la criatura era demasiado grande para un parto normal. Me enseñan al crío, le saco algunas fotos, le tenemos con nosotros, pero a su madre no la podemos ver. Aun están haciendo alguna operación para salvar lo salvable que nos queda. 

Tengo cita con el obispo, voy un rato antes y rezo en la capilla donde siempre reza cuando llega a su oficina. Hoy está solo y reza un buen rato, después nos hablamos con confianza y familiaridad. Ha estado en Burkina y es consciente del clima de violencia que se respira y así me lo hace ver. Hablamos un poco de Fernando, el salesiano asesinado en Bobo y mi cercanía hacia él. Después le hablo de los libros, me pide algunos más; de la petición de venir a la diócesis para las monjas Clarisas Misioneras, de las escuelas católicas del distrito de Tikonko con las que hay mucho camino a recorrer todavía, pero en ello estamos. 

En casa veo la forma de hacer las cartas en nombre del obispo y después de comer y la siesta preparo algo para los pueblos y me voy al catecismo a Towama, pasando por el hospital donde madre e hijo están en buena forma. 

Voy a Towama para el catecismo y me anuncian que no toca. Me acompaña Frank, el padre de la criatura, y decido llevarle a su pueblo. Han perdido la llave de casa y la busca ir donde no puede estar, pero la buscan. Finalmente rompe el candado de la entrada. Ya comprará otro mañana. 

Me vuelvo a Tikonko, rezamos el rosario unos poquitos y vuelvo a casa pasando por la finca para ver lo que hacen los guardianes. 

Cena, noticias, conexión, que hoy es bastante buena y cama, que mañana toca más.

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