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lunes, 6 de mayo de 2019

6 de Mayo de 2019

Lunes

No he dormido toda la noche y he estado trabajando un rato en el ordenador cuando había luz, luego me he dedicado a leer y a rezar. No me siento muy en forma para la oración, pero participo en ella y en la misa. No ha habido mucha gente. 

Después del desayuno tenemos nuestra reunión comunitaria, pero como es primer lunes de mes tenemos un rato de reflexión-retiro, que dedico a leer la parábola de la cizaña y pido que reflexionemos sobre la situación de la comunidad y que en el rosario del mes de mayo le pidamos a María que nos ayude en la solución que buscamos. 

Estoy un buen rato en la capilla rezando y leyendo y después ya me fui a llamar por teléfono a varias personas y a preparar lo que me voy a llevar en el viaje de la tarde a Freetown. 

Hay una comida sabrosa, gari en su punto y la tomo con deleite, además de fruta, que los mangos ya van viniendo de una cierta calidad. 

Después de comer emprendo viaje. Una moto me lleva al sitio de salida de los vehículos, pero me dicen que ya se han ido y que no habrá más hasta mañana… Empezamos peregrinación. Uno que viaja no tiene sitio, otro tiene sitio detrás, pero me parece demasiado expuesto y sigo buscando hasta que me aparece un taxi, que está lleno… pero me encuentran un sitio… En el asiento delantero iremos dos personas… En los de atrás van cuatro… Estoy empaquetado y sin posibilidad de moverme, pero seguimos a buen ritmo y en un momento incluso el chófer sube otro más al vehículo y se sienta entre el chófer y las marchas… Cuatro adelante y cuatro atrás y tan contentos. 

En un momento dado el vehículo falla y el chófer se las arregla para embutirnos en otro que nos permite continuar viaje. Pagamos al que nos ha traído y el resto es para el siguiente, que sin mayor dificultad nos lleva hasta la entrada de Freetown, donde hay transporte público y allí nos deja y nos subimos al microbús que deja y coge pasajeros, después de haber abonado nuestra parte. 

En el microbús me paso un buen rato y, como ha entrado por la zona que no domino, pregunto y me dicen que me baje en la última parada y que después vea de hacer lo que falta a pie porque no es fácil encontrar una moto. Me lleva hora y media recorrer desde donde me ha dejado el vehículo hasta la casa de los salesianos y cuando llego esta anocheciendo. Todos han salido a cenar invitados por unos españoles que han venido a ver un proyecto. 

Cuando se enteran de que estoy en casa, me vienen a buscar y acabo cenando con ellos en amigable compañía, compartiendo noticias de varios proyectos. Volvemos a casa, hablo un rato con Fernando, el español que ha venido a ver proyectos y quedamos de seguir haciéndolo mañana después del desayuno. 

Me entretengo en poner las cosas en orden y escribir la crónica, pues aunque estoy cansado, creo que dormir después de cenar no es la mejor opción, por eso le doy un rato para que la cena baje y pueda dormir mejor. 

Y la conexión mañana, pues me falta la clave.

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