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viernes, 3 de mayo de 2019

3 de Mayo de 2019

Viernes

He dormido, por lo menos un buen rato y después he tenido tiempo para rezar y sudar. Me levanto con ánimos y voy a rezar a Tikonko donde bien pocos aparecen y luego traigo a un par para el trabajo en la finca, además de algunos otros que viajan. 

Estoy en la finca más de dos horas, la mayoría del tiempo hablando a los trabajadores, pues nadie ha venido a darles trabajo, aunque luego me dicen que ya saben lo que tienen que hacer. Me resulta interesante no sólo decirles cosas, sino escuchar lo que ellos me dicen y ver que son bien conscientes de lo que hacen y por ello les animo a no repetir los errores que se hacen en nuestra finca, en sus campos. Preparar compost, poner carbón vegetal como catalizador, poner una capa de protección en lo que se planta es algo que van escuchando y que espero que se les quede para cuando vayan a plantar las cosas en sus campos. 

Sigo con los efectos del paludismo y sudando, además de sentir mal cuerpo, pero prefiero sentirlo fuera de casa que estando dentro que me agobia. Cuando vengo a la parroquia, desayuno y me reposo un rato antes de seguir con la preparación de lecturas y homilías, además de con las semillas que tengo entre manos y una colada de la ropa que he sudado en estos días de paludismo, aprovechando que tenemos luz y que hace sol y puede secar. 

Después de comer estoy un rato en la preparación de semillas, me encuentro con los maestros que han salido antes de tiempo de clase y me piden que les lleve a los pueblos, pero no tengo el vehículo disponible. Más tarde voy a rezar el rosario a Towama y visito la finca en la tranquilidad de la tarde. Hablo con los guardianes y por teléfono con Henry que va hacia Freetown. Me habla de lo que ha sido el día en la finca y quedamos de seguir hablando. 

Los insectos están comiendo los semilleros que hemos plantado y tengo que ver de poner un freno a esto. A ver lo que puedo hacer mañana.

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